Novelado
26º La aventura de la libertad
La mañana era
magnífica. El sol tímido del amanecer cuando echamos a andar pronto
dejó paso a una luz limpísima, que permitía disfrutar el amplio
panorama de las altas cimas, con las laderas cubiertas de castaños,
abedules y carballos. Por dentro de mí resplandecía una claridad
aún mayor que la del día. Una sensación parecida al enamoramiento,
como un entusiasmo de juventud, me transportaba hacia regiones
nuevas, todavía no exploradas, mucho más arriba del camino que
aparentemente estaba trazado para mí. Mi mente volvía una y otra
vez a la conversación del día anterior. Puede un hombre nacer de
nuevo. Sí, es posible. Levantarse una mañana como la de hoy con el
cielo resplandeciente y disfrutar de la perspectiva de tus días por
estrenar, como un libro en blanco todavía por escribir. Podía ver
desde esta claridad mi vida como un todo: allí estaban mis errores y
fracasos, pero los podía contemplar con aceptación y con paz.
También estaban mis heridas, pero ahora ya limpias y cicatrizadas. Y
como una miríada de posibilidades abiertas ante mi, mis ilusiones y
esperanzas renacidas. Todo a mi alrededor pasaba de ser una imagen en
blanco y negro a llenarse de color, y desde lo más profundo de mi
ser una nueva dimensión se abría y reconfiguraba con su fuerza toda
mi existencia. Era posible reconocer a lo largo de mi pequeña
historia como un hilo dorado, hasta entonces escondido para mí, y
que había permanecido irreductible a todas las idas y venidas,
subidas y bajadas. Ese hilo había estado presente, sin romperse,
entretejiéndose entre los diferentes retazos que conformaban mi
vida, dándole un sentido desde su origen, hasta lo que estaba
llamado a ser. Me estaba descubriendo a mí mismo pero desde Dios,
con su misma mirada, y en ella había aceptación y paz, esperanza y
amor. Ahora puedo comprender en toda su hondura el significado de
esta palabra, libertad: saberme reconciliado con la verdad,
esperanzado con el mañana, llamado a la vida desde un amor
incondicional, y capaz de darle una respuesta a ese mismo amor.